viernes, junio 27

Entrevista: Victimized, la hazaña del Metal en la selva valdiviana (2ª Parte)


P: Pero cuenta la leyenda que hicieron varias tocatas fuera de Valdivia también.
R: Si, salíamos harto nos invitaban a Osorno y Puerto Montt. Nuestra primera salida fue a Puerto Montt, y fue también bien terrible, porque se hizo en una de las últimas poblaciones que fueron erradicadas de los cerros, en una especie de galpón. Nosotros nos subimos a tocar y de pronto nos damos cuenta que comienza a sonar una especie de lluvia, pero esta se hace cada vez más fuerte, hasta que caímos en que eran piedras las que nos estaban tirando desde afuera, así que nos quedamos encerrados porque si salíamos nos ‘cogoteaban de una’, si hasta los cuchillos nos mostraban por las ventanas, así que hubo que llamar a “la fuerza pública” para que nos sacaran de ahí.
P: Y ¿cómo es que los invitan a Puerto Montt, cómo se gestionaba la difusión del grupo?
R: Sin Internet, sin telefonía pensarás que sería muy difícil, lo que pasaba es que como el ambiente dentro de la región no era tan tan grande, las bandas se conocían entre todas, así que ellos venían a tocar a Valdivia y después nos invitaban a nosotros.
P: Pero la difusión, porque claro que imagino que era complejo sin Internet, hoy en día todos tienen la chance de crearse un My Space y poder mostrar ahí su trabajo, pero antes, aparte de la tocata no había mayor comunicación entre ustedes y si la había cómo se realizaba.
R: Sucede que siembre se hicieron revistas, las que eran muy precarias, entonces se grababa un cassette y el que dirigía la revista daba su opinión de la banda, habían varias revistas de hecho en Valdivia habían también y para comunicarnos nos carteábamos, nos enviábamos noticias de las próximas tocatas que se harían y grabaciones de temas. Y siempre enviábamos información a las revistas todavía quedan algunas guardadas por ahí.
P: Y el cambio de nombre, cuando pasan a llamarse Victimized
R: En el año ’94 nosotros con Vaginal Supuration cantábamos en inglés, ese mismo año decidimos cambiar las letras y volverlas más ‘sociales’ y comenzamos a hacerlas en español, desde ahí ya fuimos Victimized.
P: Pero entonces el demo ¿cuándo aparece?
R: El demo aparece pronto. Ya a estas alturas veníamos de tocar harto, así que nos invitaron a tocar al Windsor School, nosotros dijimos que si, así que fuimos, llegamos allá, tocamos y al final nos dicen que era un concurso y que lo habíamos ganado y el premio consistía en cien lucas. Así que por fin recuperamos las lucas que habíamos gastado y obviamente las invertimos en un demo.
P: Pero esta vez no fueron a Temuco imagino.
R: No, el demo lo autogestionamos por completo, desde la carátula hasta el último detalle,  todo lo hicimos nosotros con ayuda del Gato y amigos, esa vez se grabaron 20 copias, nos quedamos con unas cuántas y otras se distribuyeron en la disquería Popsi.
P: Ya va harto rato de que comenzó la hazaña, de todos estos años cuáles fueron las tocatas más significativas.
R: Muchas, la verdad, fue harto tiempo desde que comenzamos a gestar movimiento rockero en Valdivia, antes no existía esa opción o por lo menos no era masivo, y todas las tocatas donde participamos fueron relevantes para nosotros, imagínate que pasamos por sedes de juntas de vecinos y la de Rubén Darío era la más preciada. Tocamos en el Centenario, en las tocatas de Yanquilandia en la U tocamos en un mismo escenario con Dorso – Excretor – Undercroft – Slavery – Torturer – Criminal. Partimos haciendo tocatas de rock y metal en Valdivia; en el año ’95 nos juntamos con Pirámide, Bou Adiccion y Mortem, hicimos una gran tocata en la disco Cadillac, esa fue una gran experiencia también, porque eran todas bandas locales y nos dimos cuenta que algo estaba pasando con la música en Valdivia, eran todas excelentes bandas  y había mucho público para ellas también.
P: Alcanzaban a dimensionar lo que sucedería con Victimized, es decir el hecho de volverse un referente musical.
R: A esas alturas no, nunca lo dimensionamos, es cierto que partimos con la dinámica de las tocatas, pero nunca pensamos que se continuaría, nosotros tocábamos y lo pasábamos bien, y queríamos aprender más y buscábamos referentes musicales y nos escuchábamos entre nosotros, teníamos una comunidad importante de  músicos y amigos, de hecho algo que fue muy especial para todos quienes vivimos la música en valdivia en esa época fue el programa de radio “Obertura Rock” conducido por Anni Aguilar, lo daban en la radio San Sebastián, ese programa lo escuchábamos todos quienes estábamos haciendo música en ese momento en Valdivia, allí tocaban nuestros temas y los de las demás bandas y conocíamos también lo que estaba pasando en otras ciudades, es cierto que sentíamos que estaba pasando música por todos lados, pero a esa edad uno nunca dimensiona tanto las cosas, de hecho nunca nos imaginamos que nos iban a entrevistar después de tanto rato.
P: Pero viene la separación, ¿cómo se toma esa decisión?
R: Esa no fue una decisión que hayamos tomado, es decir nunca nos paramos en un lugar y dijimos ya, hasta acá no más llegamos, simplemente nos fuimos dejando en los ensayos, cada vez eran más esporádicos y cada vez nos reuníamos menos, nunca nos peleamos ni nada parecido, simplemente comenzamos a hacer otras cosas y la banda fue quedando en la nebulosa del recuerdo.
P: Y hoy a 2009 a ya 18 años de aquella vez qué pasa ahora con Victimized y con sus integrantes.
R: Seguimos haciendo música, somos músicos más que metaleros o rockeros, cada uno de nosotros tiene proyectos musicales independientes, seguimos haciendo rock o jazz, y seguimos tocando en bares o tocatas en Valdivia, eso no se ha perdido, seguimos haciendo música.
P: ¿Y habrá posibilidades de reunir a la mítica banda?


R: Siempre es una inquietud, reunirse y volver a ensayar… quizás, quién sabe... tal vez después de la entrevista nos descubra un productor y quiera volver a escucharnos en vivo. (risas)

jueves, junio 26

Entrevista: Victimized, la hazaña del Metal en la selva valdiviana (1ª Parte)

Nombre:                 Victimized

Integrantes:    José Miguel Albornoz (Voz)
                 Michel Paredes (Guitarra)
             Cristian Rodriguez  (Guitarra)
             Lalo Bachman (Bajo)
                         Guillermo Patiño (Batería inicios)
                         Leo 'papa' Ulloa  (Batería)


PHace un par de días atrás entrevisté a Inferial, a ellos les pregunté por ustedes sabían de la existencia de una banda llamada Victimized, pero no sabían ni cuando ni como, así que creo que se hace necesario iniciar la entrevista por ¿cómo y cuándo nace la banda?
R: Partimos tocando el año ’89, pero en esa época nos llamábamos Vaginal Supuration. Éramos chicos, teníamos alrededor de 17 ó 18 años cuando decidimos formar esa banda, de hecho tener una guitarra o un bajo era una especie de “lujo” y tocó la suerte que el papá de Willi (Guillermo Patiño) y el mío (Michel Paredes) eran músicos, de aquellos que animaban las fiestas, así que en nuestras casas siembre hubo instrumentos. 
P: ¿Y dónde ensayaban y bajo qué condiciones?
R: Para ensayar nos conseguíamos sedes vecinales, creo que hasta en centros de madres tocamos alguna vez, pero eran muy precarios, todo era precario en realidad, nos grabábamos con una radio a cassette, y en las sedes de pronto organizábamos un ensayo masivo, algo así como una tocata, quedaba la cagá y luego teníamos que buscar otra sede para ensayar, porque nos echaban siempre.
P: ¿Y la primera tocata cuándo la tienen?
R: En esos tiempos la modalidad de “tocata” no era tan masiva como ahora, todo era muy ander, muy marginal, no había lugares y amplificar equipos era carísimo. Así que nuestra primera tocata oficial fue en el año ’92, fue para el cumpleaños de Pamela Aguilar, nos juntamos tres bandas Trastorno Gástrico – Infectusgore y Vaginal Supuration, fue la primera vez que nos juntábamos tres bandas a tocar, fue la primera Tocata en Valdivia.
P: Y su público, imagino que tenían una cantidad considerable de seguidores
R: Al ser todo muy ander, nuestras tocatas eran precarias ni micrófonos teníamos muchas veces y teníamos que cantar y tocar a capela, pero nuestro público era fiel, comenzamos a gestar un gran movimiento, obviamente sin que nos diéramos cuenta de ello, después de esa tocata, comenzamos a juntarnos en diversos sitios, incluso usábamos el teatro Lord Cochrane, pero cuando estaba en obra gruesa aún... no habían sillas, era un armatoste de fierros y cemento, ahí tocábamos y nuestras tocatas eran abiertas al público, y no era difícil que familias enteras se acercaran a ver a este grupo de cabros rompiéndose el cuello cabeceando.
P: A esas alturas ya iba en serio la banda entonces.
R: No, nunca fue tan en serio, seguíamos siendo cabros que jugaban al músico, nunca nos paramos y pensamos esto hay que plantearlo en serio, nosotros simplemente tocábamos, ensayábamos, carreteábamos, la pasábamos bien, conocíamos a músicos y otros músicos nos conocían a nosotros, y la verdad es que queríamos puro tocar, donde nos dijeran allá partíamos con los instrumentos al hombro, -batería incluida-.
P: Sin embargo se que anda un demo de ustedes dando vueltas por Valdivia.
R: ¿Todavía andan? puede ser el primer intento de demo fue en Huachocopihue donde el ‘Guatón’ Alfonso, el que no quedó bien porque iba grababando en una cassetera las pistas por separado, pero sobre el mismo cassette, entonces obviamente aparecían sonidos extraños y ya al final terminaba todo rayado (muchas, muchas risas), así que obviamente no nos funcionó.
P: Pero lo que anda rondando por Valdivia qué es?
R: Ah!, grabamos uno en Temuco, pero ese tampoco quedó como esperábamos, lo más triste del cuento es que nos costó $100.000
P: Cien Mil!!!!
R: (Risas) Si, cien luquitas, viajamos a Temuco estuvimos 4 días allá alojando en carpa, grabamos y el resultado no fue para nada el esperado.
P: Y las lucas, ¿cómo las consiguieron?
R: Pusimos algo nosotros, nuestros amigos, vendíamos un par de cosas, “Yo (Michel) de hecho pasé las lucas que me habían pasado pa’ que me compre zapatillas” (Risas) lo dimos todo por la causa, y bueno Gato Krebs también nos auspició, desde siempre el Gato apoyando a los músicos valdivianos.
P: ¿Ahí corría el año?
R: El ’94 fuimos a Temuco

**Publicada en N°1 Revista Trepidante, 2009

lunes, junio 16

En 20 años no todo ha sido pincel: micro-acercamiento a las obras collage de Samuel Lizama.

Podríamos comparar la obra de Samuel Lizama con una explosión, un estallido en donde las esquirlas de color saltan por sobre los ropajes e inundan los ojos acostumbrados al gris perla que nos trae la lluvia. En 20 años de creación ha sido capaz de denunciar, inquirir, amar, jugar y hasta profetizar y todo en un constante movimiento. Este año 2014 a dos años de que Valdivia sea Capital Cultural de Latinoamérica, Samuel Lizama celebra su absoluta mayoría de edad con una exposición al mes. Este mes, junio el turno es de la Biblioteca de la Universidad San Sebastián pero acá no solo son pinturas, la exposición contempla una serie de collages, una faceta distinta a la que nos tiene acostumbrados el pintor; no hay un nombre específico que aúne este inserto, pero si un hilo conductor, la sexualidad y el arte, enfrentados en la misma baraja de naipes.
Desde mi ojo irresoluto en cuánto a crítica de arte se refiere, este grupo de collages me resulta particularmente intenso, hay una serie de discursos silenciosos que abren su paso en medio del silencio bibliotecario en donde están expuestos. El eros representado en la constancia de una braga femenina, la torpeza de quien hace del arte un despropósito, la denuncia del dogma como camino, son todos discursos que se escapan sigilosos, pero que están ahí, merodeando, metiéndose en la retina de quién observa. Lo cierto es que Samuel Lizama en esta muestra nos lleva a un escenario distinto, el estallido de color del que hablaba en un principio se guarda y sale a la luz esta otra forma, alejada del pincel, una forma más ovillada, más mental si se quiere, porque hace que uno en su fuero interno rumie las imágenes superpuestas aparte y en silencio.
Dos años quedan para que Valdivia sea galardonada como Capital cultural de Latinoamérica, francamente no sé muy bien a qué atiende tal título, francamente no sé muy bien qué hace o qué debe hacer una capital cultural, lo que sí creo feha
cientemente es que Valdivia lo merece, todas las semanas la agenda cultural está copada de actividades, cada una tiene su público en mayor o menor medida, cada una es un escape o una respuesta a algo en particular; el mismo “Samy” nos tiene acostumbrados a hablar de inauguraciones y exposiciones y, nos tiene acostumbrados también, a ver arte en donde no siempre hay arte, lo concreto y lo rescatable (a dos años) es que estamos avanzando en términos de “educación artística” para la población, creer y pensar una ciudad cultural que sólo ofrece actividades para un sector determinado es un desatino; el pintor, en 20 años de creación así lo ha manifestado y creo que somos varios quienes nos abanderamos con la idea de que el arte debe llegar a todas partes, a toda profundidad, a toda anchura, a toda angostura y altura de esta Valdivia Capital Cultural.

**Publicada en revista Radio Seis

sábado, junio 14

Tiento

Por la tarde llegó a la sala de ensayo, quería exigirse al máximo, ensayar, ensayar hasta lograr ese giro que tanto le costaba. Talón, planta, contener los brazos, girar la cadera, luego el tronco, levantar la bata, la cabeza es la primera en salir, la última en llegar; se repetía, como si el dominio teórico de la técnica lograra no dejarla en el suelo cada vez que giraba.
Encendió las luces, ahí estaba ella, su cuerpo delgado, su cuello largo frente al espejo, se sentó en medio de la sala, para relajarse decidió oír un disco de compás por guajiras. Del bolso sacó sus zapatos, una cajetilla de cigarros y la hermosa bata de ensayo, mientras se vestía fumaba; repasó el giro en su mente, determinó el espacio en la enorme sala, todos sus movimientos estaban delimitados por los tres círculos concéntricos que había imaginado; un milímetro más allá del límite y su equilibrio se desvanecía. La cadencia de las guajiras la incitaron, jugaba desdibujarse entre el humo frente al espejo. Estiró sus músculos; ahí estaba ella, la gran sala y su reflejo inquisidor. Esperó que terminara el compás, silencio absoluto en la sala. Primer intento.
Se mira de reojo . Algo hay en ese gran espejo, un desánimo oblicuo al que teme mirar, algo hay en esa imagen que no le pertenece, se siente observada, pesada mientras cae al suelo enredada en la bata y en los giros mal hechos. Esta vez cayó mal, se golpeó la cadera fuertemente. No pudo contenerse y se echó a llorar; se miró desafiante con el maquillaje desencajado, temió, temió a su mirada, nunca pensó que podía albergar tanto odio en un simple gesto de desdén, se levantó del suelo y caminó decidida a su propio encuentro, un escalofrío la recorrió mientras se acercaba a su propia imagen, ahí, frente a ella estaba ella, suspicaz, hiriente, irónica. Se acomodó el pelo, removió las lágrimas y una pestaña que le molestaba, volvió a sus tres círculos para seguir intentando su giro. Sexto intento.
Los tientos eran el palo flamenco que más le gustaba, era jondo y cuando pasaba por tangos, festero, demandaba mucha energía, concentración y duende, no cualquiera podía bailar bien un tiento. Le gustaba ese palo como ningún otro, incluso le gustaba el nombre Tiento: del latín. templar, tentar, pulsar, examinar, ver como se reacciona, probar o provocar a alguien. Templar, tentar, pulsar… así tal como su vida, pensaba, tal como la danza, tal como el flamenco en ella.
Algo cambió esa tarde, afuera la lluvia tronaba, por vez primera pudo ejecutar el giro a la perfección, por vez primera logró hacer de ese instante una concavidad de tiempo, ahí estaba frente a su reflejo sinuoso, ahí estaba admirándose, sintiéndose a compás .
Ahí estaba, sola, abrazada a ese único segundo de sangre que palpitaba.
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martes, junio 10

Él Sur como ofrenda en la Matriz de Camilo Eque

El escenario iluminando los instrumentos mudos, eso a primera vuelta de rueda mientras el teatro se va llenando de gente que quiere, como yo, ver a Camilo en su nueva etapa. La puesta en escena es impecable, tanto que de ponto genera nervio o impaciencia más bien, finalmente Camilo Eque y Barrio Sur entran al escenario y evidentemente sorprende.
Su voz no ha cambiado en profundidad pero si en altura, se planta en el escenario como un álamo en medio del bosque; así también Barrio Sur, la banda que lo acompaña es el ramaje preciso para, de una vez, situarse y desde esa altura recorrer el camino. Todo el trabajo de este nuevo disco tiene un sonido distinto a su primer trabajo, un sonido más fresco, pero no menos reflexivo. Es indudable que lo que Camilo Eque nos entrega es el resultado de un proceso de compromiso y madurez, y eso se nota desde la primera vista en la atmósfera que trae consigo. Con esta banda (Barrio Sur) la fusión latinoamericana se torna protagonista, y ciertamente se agradece, ya no es sólo una voz y su guitarra, ya sale de los parámetros establecidos para lo que a cantautores estamos acostumbrados; el ensamble genera el espacio y la calidez necesaria para estacionarse y desde esa estación iniciar la constante búsqueda. La mixtura de ritmos, que van desde el folclor hasta el jazz fusión demuestran que en la Matriz todo suma y nada debe ser restado; Camilo Eque en este disco y con Barrio Sur como su banda gana mucho musicalmente, a ratos me recordó los discos más eclécticos de Javier Limón. Barrio Sur es la ventana abierta desde donde el aire se oxigena.
Sentada en medio del teatro, conociendo el nuevo disco, atendía a sus nuevas letras en donde reconocí muchas voces y es que la literatura, la poesía, no pasan desapercibidas, todo es un devenir de imágenes y de intertextualidades desde donde se crea el mito. No es para nada casualidad que Jorge Teillier forme parte de una de sus canciones, o que Marcelo Nilo cante con él, o que sea capaz de afirmar que viene a saltar del corazón a la palabra. Camilo Eque ofrenda al sur, a nuestro Sur, al sur que vivimos todos los días, lo ofrenda porque esta es la vereda desde donde canta, es desde este lugar donde se reconoce, nos reconoce y reconoce también el mundo; “describe tu aldea y describirás el mundo” es una reconocida máxima de Tolstoi y ciertamente lo logra, logra abrazar la historia musical, la historia del Lar en la poesía y comenzar su viaje y logra por sobre todas las cosas hacer que cada uno inicie su viaje, él como un cuentacuentos recibe el camino heredado y lo inunda con sus propias lluvias; Camilo desde la misma vereda donde estamos situados todos en el Sur, hoy, con su banda, se planta como álamo en medio del bosque y crece.

** Publicada en Revista Radio Seis bajo el pseudónimo de Liliana Y.