viernes, agosto 29

Anaqueles: Libro Dos. Karra Maw’n de Clemente Riedemann

Insistir en la necesidad de volver la mirada, abrir los ojos, masticar nuestro presente literario, recordar y comprender el por qué Valdivia se ha convertido en una de la ciudades más prolíficas en cuanto a literatura se trata, pese a la lluvia o quizás gracias a ella.
Insistir en la necesidad de echar un vistazo a lo que se ha escrito desde este bagual, más allá de que seamos la próxima capital cultural (aunque la excusa es perfecta), nos urge leernos y re-leernos, darle algo más de vida a todos esos libros que anidan en los anaqueles de las bibliotecas y librerías esperando que llegue un pájaro hambriento y los devore; pero sobre todo nos urge  como acto heroico de construcción de identidad.


LIBRO DOS:
KARRA MAW’N de CLEMENTE RIEDEMANN
Imagínese usted que hace 30 años, por acá por Valdivia, se terminó de imprimir en la calle Anibal Pinto # 1925 ahí en los talleres gráficos de editorial Alborada uno de los libros más trascendentes de nuestra historia literaria, un libro brillante y adelantado, uno de los precursores de la denominada antropología poética, hablo de Karra Maw’n de Clemente Riedemann (Valdivia 1953)
Pero ¿por qué Karra Maw’n (“el lugar de la lluvia” en mapudungun) es un libro imprescindible hoy en día?
Hay varios puntos a los que prestarle atención, uno de ellos es que este libro entra de lleno a la denominada poesía etnográfica en Chile, así lo plantea el profesor de literatura de la UACH Iván Carrasco, es decir que, toma herramientas de la etnografía para configurar el universo poético del texto; dar cuenta del hibridaje cultural existente desde donde se desprenden además, múltiples discursos cada uno con sus propias cargas culturales.
Lo primordial en el discurso de este libro es que, la voz del poeta-cronista como lo denominara en un estudio el profesor de la UACH Yanko González se traslada por la historia contando y evidenciando los abusos sufridos por quienes fueran los habitantes originarios de esta tierra idílica, llamada Karra Maw’n, de esta forma se va conformando un bosquejo único y muy certero de nuestra propia evolución histórica y cultural.
Riedemann crea para sus lectores un ambiente de sala de cine, pues posiciona al lector frente a una pantalla por donde se va contando la historia, primero el pueblo araucano, la tierra, la fertilidad, luego la llegada del winka, la sangre vertida, la llegada de los alemanes y cada poema se va convirtiendo en un espacio simbólico de nuestro propio trayecto por esta tierra.
Han pasado 30 años, imagínense ustedes y todavía estamos rumiando ese pasado, todavía hay discursos que son irreconciliables, esa es quizás la mayor significancia que posea este libro pues, si abro este libro 30 años después y lo instalo en este presente que habitamos, las palabras saltan para enrostrarnos que no muchas cosas han cambiado y nos quedamos pensativos como frente al espejo por las mañanas.
Mención aparte merecen los grabados interiores que acompañan el poemario de esta primera edición; una serie de 6 grabados (incluida la portada) de Roberto Galo Arroyo los que se desprenden del texto y que grafican la sombra y la sangre que son de una u otra manera la atmósfera de este Karra Maw’n.

Karra Maw’n de Clemente Riedemann
Primera Edición 1984
Editorial Alborada
Cubierta y grabados interiores: Roberto Arroyo
Valdivia, Chile
Inscripción Nº58648


lunes, agosto 25

Anaqueles: Libro Uno. Maldita Perra de Maha Vial

Por Valdivia siempre han pasado cosas, buenas cosas, malas cosas, cosas arriba, cosas abajo, ¡cosas! no es que quiera escudriñar en todas ellas, pero si en una particular, la literatura. Me parece tan necesario echar un vistazo a lo que se ha escrito desde este bagual, más allá de que seamos la próxima capital cultural (aunque la excusa es perfecta), nos urge leernos y re-leernos, darle algo más de vida a todos esos libros que anidan en los anaqueles de las bibliotecas y librerías esperando que llegue un pájaro hambriento y los devore; pero sobre todo nos urge  como acto heroico de construcción de identidad.
LIBRO UNO:
MALDITA PERRA de MAHA VIAL
Los discursos son esencialmente importantes, son necesarios para edificar o desmantelar realidades; todo nuestro accionar humano va de la mano de un discurso, es el hilo de nuestra aguja llamada vida. Bajo esa premisa básica es que arbitrariamente he decidido con Maldita Perra iniciar esta serie de reseñas. Hoy, hay ciertas cosas que nos parecen atroces, desvergonzadas, sacadas de toda lógica del respeto, fumar en la misma habitación de un niño, por ejemplo, nos parece tan violento como la analogía mujer/ perra.  Esa es justamente la metáfora que me parece tan rescatable, porque es en sí misma una denuncia. Actualmente el trato discursivo referente a lo femenino se está transformando, hay argumentos que simplemente ya no se toleran porque se entiende que son visiones desde lo establecido y lo establecido es siempre patriarcal. En la poesía de Maha Vial y particularmente en este libro encontramos un claro y concreto discurso: el desapego absoluto  hacia lo mujercita rosa, la perra es la que ama y la que sufre y la que trata (logra)  vivir en este podrido mundo de perros grandes, la perra es la que a pesar de tener todo en contra avanza y crece, con pura fuerza de mujer/perra. Maldita Perra fue publicado en Valdivia en el año 2004, hace ya diez años ¿cuánto ha cambiado la visión de lo femenino desde entonces? A diez años es bueno abrir de nuevo este libro, leerlo ni como guía, ni como escape, es bueno para darse cuenta que algo se ha avanzado, aunque la analogía siga tan vigente, porque siempre mujeres/perras intentando abrir los espacios en un mundo de perros bravíos.
A lo largo de toda la historia
Las perras han sido carne de cañón
¿o carne de perros?
Las perras son fieles
Cariñosas
Abiertas al amor
(el amo generalmente es un hijo de puta
y la puta es una hija de perra
que ha perdido su norte)
Maldita Perra de Maha Vial
Primera Edición agosto 2004
Editorial El Kultrún
Valdivia, Chile
ISBN 956-7291-42-X

viernes, agosto 8

El hombre E de Cristóbal Durán: Caída libre al imaginario


Hace un par de días vi un documental sobre Alberto Bravo, poeta de niebla, del Director Cristóbal Durán. Confieso acá mi ojo vulgar en cuanto a estéticas audiovisuales se refiere, sin embargo cuando se trata de poesía puedo advertir ciertas afinidades, trabajar con la imagen es también trabajar con la poesía, es hablar desde la poesía, porque la imagen se sitúa en la palabra como un tatuaje secreto.

En un principio, desde la distancia de la mirada pude advertir la intencionalidad; abrir un hoyo  extraordinario desde la vereda del cotidiano, un hombre enseña a hacer pan mientras fuma y habla de Nietzsche. Es sabido que el sur de Chile es frío, áspero de clima, pero es desde esa aspereza donde se construyen identidades imaginadas, como acá;  donde la violencia taciturna no es más que un ahogo desmedido, por la palabra, porque la boca no dice todo lo que calla, entonces la rata se llena de moscas infectas y la lombriz intenta seguir un camino a tientas, cegada por la luz; “anda en mi cerebro una gramática dolorosa y brutal” escribió Huidobro y claramente en este documental predomina esa idea, de una u otra forma nos hace transitar por el hartazgo, la disonancia del personaje, la que se vuelve nuestra también, pero no como un acto de empatía si no, más bien, como una necesidad de huida hacia nuestro propio imaginario.

El hombre E es un trabajo que busca ser desafinado, desencajado, en donde el realizador nos hace guiños permanentes para entrar una y otra vez a la vereda cotidiana de lo extraordinario, si vuelco la mirada, puedo ver bajar la letra por un riachuelo. En un principio pensé que era demasiada la espera para que la letra tomara la relevancia que esperaba, ahora caigo en cuenta, y puedo evidenciar la causalidad del realizador y es que siempre estuvo ahí, incitando, desmembrando el ojo y el oído; la palabra es la maestra del eterno retorno, es por eso que no se frena, y siempre busca, caer libre al imaginario.

el hombre E (trailer)