sábado, octubre 15

Hubo un tiempo hace treinta años. Señores denles permiso

Reseña:
Concierto de La Rata Bluesera
homenaje a Schwenke & Nilo
la letra, la música y la interpretación tienen su propio significado potencial, con la posibilidad de transmitir contenidos ideológicos que normalmente tienen mayor importancia que el significado verbal aparente”
Robert Hodge*
Suecia, octubre 13 Bob Dylan gana el nobel de Literatura, se remecen las redes sociales y con ellas el aleteo de un minúsculo grupo de seres humanos que gustan de la poesía, gritan, vociferan, se enojan también. Si lo merece o no, da igual para esta reseña, el hecho concreto es que un cantante, un poeta no ortodoxo obtiene el mayor galardón de las letras.
Del otro lado del mundo, al sur, en Chile, Región de los Ríos, ciudad de Valdivia; se prepara el escenario para que una banda inicie un concierto homenaje a un dúo musical trascendental a partir de la década de los '80, cuando en Chile era plena dictadura militar y cuando todo podía ser causa de tortura y desaparición.
El caso puntual es que en Chile, en Valdivia, las letras de Schwenke & Nilo formaron parte de tiempos álgidos, violentos, de un país trizado por su propios habitantes; formaron parte de un movimiento cultural  de resistencia y poético, con ellos Clemente Riedemann  musicalizó varios poemas y la escena escritural del sur de Chile continuó desarrollándose, se transformó en una guarida, una trinchera de rechazo a la dictadura y una salvaguarda para la belleza.
Una o dos generaciones deben haber crecido al amparo de estas canciones, a mediados de los noventa todavía eran abrigo para la nostalgia; pero el tiempo tiene esa huella inexorable y la memoria se desdibuja en el círculo de lo cotidiano.
Los tiempos de democracia, el devenir de las denuncias, el descontento de una sociedad profundamente  híbrida, las historias cada vez menos contadas, las portadas de los diarios viviendo escándalos de corrupción, en este escenario bullicioso nos enteramos de la muerte de Nelson Schwenke y Valdivia se nubla, Valdivia y la poesía, la poesía y la música, la música y las artes, las artes y el punto de tiempo donde se construyó nuestra historia interdisciplinaria y popular. Así el desconsuelo de una muerte abrupta, nos permitió mirar nuestras propias vitrinas, nuestras ´dolencias históricas' y hacernos cargo de nuestra ‘cultura sujeto’, con la que se ha producido socialmente la realidad y la que ha sido a consecuencia nuestro ‘capital social’ (Salazar. 2013. p:120).
En este tránsito propio de las artes Javier Aravena junto a La Rata Bluesera inicia un trabajo de recuperación, comienza a gestarse un Disco homenaje a Schwenke & Nilo, una respuesta bravía para el olvido que quiere siempre carcomerlo todo. Un disco homenaje con toda la transversalidad del blues, qué acción más política pienso, cómo no pensarlo, mientras escucho El viaje y el diálogo es tan
Fotografía Marcos Matus
evidente con quienes nacieron en dictadura y quienes la vivieron, con quienes construimos nuestro imaginario entre líquenes, ríos y humedal, nuestra memoria de agua nos conduce a las páginas anteriores, y en ellas La Rata Bluesera hoy busca decir con su trabajo que desde el sur de Chile la inquietud creativa es la misma que hace treinta años, por lo menos así se entiende con los arreglos musicales; no es sólo un disco figurativo de versiones de canciones, hay en cada tema un trabajo, una intención de decir y de traer de vuelta con nuevas musicalidades las letras.
Javier Aravena y La Rata Bluesera logran transportar ese imaginario recuperado, lo instalan de pie frente al ahora y es igualmente transgresor que hace treinta años con Nelson Schwenke y Marcelo Nilo en escenarios de clandestinidad, igualmente transgresor que los movimientos culturales Matra o que la 'poesía rupturista del contragolpe' (Mansilla 2010),  transgresor como el trabajo poético de Maha Vial, Rosabetty Muñoz, Clemente Riedemann, Jorge Torres, igualmente transgresor que tener la porfía de quedarse y desmarcarse de la ‘memoria oficial’ porque ese es finalmente la intencionalidad del discurso, la dimensión política del homenaje a Schwenke &  Nilo que no es más ni menos que instalarse y seguir construyendo desde ese emblema nuestro ‘capital social’, incluso décadas después, con otros músicos y poetas, con otros acordes de guitarra, con otras transversalidades en el arte. Señores denles permiso.

** Link para escuchar Primer single del disco homenaje a Schwenke & Nilo

https://www.youtube.com/watch?v=ITs-o66jHAE


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*Hodge, R. (1999). “Canción”. En Van Dijk (Ed). 1999. Discurso y Literatura. Nuevos planteamientos sobre Análisis de los Géneros Literarios (pp 149-164) Madrid. España. Visor.

- Salazar, G. (2013). Dolencias históricas de la memoria ciudadana (Chile, 1810-2010). Santiago. Chile. Editorial Universitaria.

- Mansilla, S (2010) El paraíso vedado. Santiago. Chile. Lom

jueves, junio 2

Anaqueles Libro Cuatro: Territorio Cercado de Maha Vial: un alambrado de púas para nuestra conciencia

2016 y por Valdivia siguen pasando buenas cosas, buenos libros lanzados al secreto e íntimo mundo de los lectores furtivos
 

LIBRO CUATRO: TERRITORIO CERCADO de MAHA VIAL



En portada el ingreso al hospital, a una oficina, a un peladero, a un mundo paralelo que vive en torno al mal trato, el vacío, el verde gélido que enfría la sangre, la luz artificial que rebota en el suelo como en una sala de espejos. Maha Vial (Valdivia, 1955) nos trae acostumbrados a enfrentarnos a nuestros miedos, a lo feo de nosotros mismos, a nuestras permisiones, lo cierto es que Territorio Cercado (Kultrun 2015)  no es una excepción, en este poemario encontramos el tránsito del dolor, la contingencia como piedra en el zapato, el cuerpo como ánima paciente, eso si, ya no tan solo femenino si no que transmutado “sólo los ángeles agachan la cabeza y se sorben los mocos / unos tras otros en el silencio de la noche / unos tras otros sonriéndole al enemigo”

A 2016 la queja es absoluta en un Chile esquizoide, las farmacias invaden las ciudades y abrazamos la enfermedad con el silencio del que otorga, es acá en donde la voz poética de este poemario se sitúa, una voz fuerte, denunciante, posicionada en su espacio que es el límite, o la cerca si se prefiere, la cerca entendida como megáfono para la denuncia, porque ahí en la cerca habitamos todos en este territorio, ahí en la cerca pende de un hilo nuestra dignidad, nuestra paciente dignidad que se olvida cada cierto tiempo de respirar, porque sobrevive con inyecciones de adiestramiento “recibo un par de monedas / una tibia caricia / un pedazo de higiénico para sonarme la nariz / luego voy donde el oftalmólogo y repito la escena / sino lo haces así no te entregan los anteojos”

-La carbamazepina muele la memoria- estalla en una página el texto, la afrenta es de una memoria que se niega a desaparecer, una memoria que quiere dejar de ser recetario para convertirse en pedazo de piel, en cuerpo habitado conscientemente por uno, por dos, por la muchedumbre si se quiere. El respirar es entonces la metáfora de movimiento, y desde esa metáfora se juzga el mundo, los poemas se suceden como imágenes abiertas o cerradas allí Maha Vial logra enfrentarnos a  nuestra propia angustia, Bataille explicaría años antes, en El límite de lo útil, que la angustia no es más que “nuestro constante debate entre lo minúsculo cerrado y el espacio libre; y ante todo entre los demás hombres y uno mismo, entre la generosidad y la avaricia”, ese trasladarse en la palabra se enuncia incluso en el título de cada poema en el estado y las situaciones de cada texto, en los sitios y en nuestra conciencia “Miles de ojos-milísimos-ojos-mosca que atraviesan el recinto / que tocan sus bordes en interiores que rozan la costra y leen el diagnóstico /  miles de remiles ojos-moscas vigilando la letra que se escribe”

Territorio Cercado es un poemario inquietante, porque es un poemario denuncia, un poemario que hurga en nuestros propios límites de dependencia y dignidad, no es casual el epígrafe de Diamela Eltit,  no son casuales las imágenes recurrentes a las cápsulas, al monocromo del pavimento. Maha Vial nos entrega las púas de su cerco/alambre, en donde reside su palabra vivida por ella y por  todo quien desee abrir el telón.