martes, agosto 9

Manual de Ambigüedades de Daniel Carrillo, la razón tras los cuentos.

La idea de enfrentarse a un Manual de Ambigüedades resulta por lo menos tentadora y útil por cierto, diría; mucho más útil que un manual de Carreño, finalmente ¿a quién le importa qué copa se debe usar para tal o cual bebida?. Este conjunto de cuentos, cuidadosamente escogidos para un cometido especial; (salvar al lector de situaciones extraordinarias) son una perspicaz guía para aprender a vivir con la rutina, para ser fuerte frente a las tentaciones mundanas de querer salir de la moda del “shileno medio”. Daniel Carrillo en los 32 cuentos que nos presenta, da cuenta de lo que somos, pero sin ninguna pretensión, todo es por si acaso. El autor no pretende hacer una radiografía exhaustiva de cómo somos los shilenos, pero de alguna manera lo logra; sobre todo en los micro cuentos, textos brevísimos que lograrán desencajar las almidonadas vidas de los posibles lectores.
Pero más allá de las auspiciosas o desventuradas reflexiones en torno a este conjunto de cuentos, es necesario poner sobre la mesa un tema; el lujo desventurado de la autoedición. En nuestro país autoeditar un libro no es una tarea tan fácil, hay miles de detalles que se pierden en el camino, y hay una suma no despreciable de dinero que sale del propio bolsillo del escritor. A eso hay que sumarle la gestión de venta, la lucha con las librerías para lograr poner el libro en sus vitrinas y que pueda estar al lado “compitiendo” con las mega-empresas que son las editoriales tradicionales, las que le entregan al escritor sólo el 10 % de las ventas de sus libros, quedándose ellas con el 90% de las ganancias.
Entonces surgen los interminables cuestionamientos; en un país donde se lee poco, donde además los libros son caros y donde la piratería posiciona los best seller en el top del ranking; se preguntarán ustedes ¿qué sentido tiene autoeditar un libro?. La autoedición de un libro es el primer paso para crear una cultura lectora, realmente interesada en la literatura y no en el snobismo/arribismo que nos presenta cada fin de semana la revista de libros de El Mercurio, en donde claro, nunca podremos encontrar a un Daniel Carrillo en esa lista de Libros más vendidos, pero si a un Jaime Bayly atentando contra lo más sensible que tienen algunos chilenos: su orgullo. La cuestión es que autoeditar es necesario y es de valientes, porque la batalla, contrariamente a lo que muchos creen, no es pelear contra las grandes editoriales, como Seix Barral, Alfaguara, Planeta, la batalla es ganarle a la desidia de leer, comenzar a gestar desde el primer beso con las letras, una cultura lectora.

Manual de Ambigüedades es el primer libro de Daniel Carrillo, es su salida del closet literario, como alguna vez lo denominamos, y aunque siempre le he reprochado que haya preferido escribir narrativa a poesía, hoy estoy consiguiendo comprender ese fenómeno y esa decisión. En esta segunda lectura que realizo al libro logro encontrar el vértice que articula su trabajo como cuentista, y es que es claro; el oficio, su oficio es, esa manía de escribir como simple mortal. .-Me dejaste sin palabras.- Mintió

** Publicado en revista Radioseis.