La idea de
enfrentarse a un Manual de Ambigüedades resulta por lo menos tentadora y útil
por cierto, diría; mucho más útil que un manual de Carreño, finalmente ¿a quién
le importa qué copa se debe usar para tal o cual bebida?. Este conjunto de
cuentos, cuidadosamente escogidos para un cometido especial; (salvar al lector de situaciones extraordinarias)
son una perspicaz guía para aprender a vivir con la rutina, para ser fuerte frente
a las tentaciones mundanas de querer salir de la moda del “shileno medio”.
Daniel Carrillo en los 32 cuentos que nos presenta, da cuenta de lo que somos,
pero sin ninguna pretensión, todo es por si acaso. El autor no pretende hacer
una radiografía exhaustiva de cómo somos
los shilenos, pero de alguna manera lo logra; sobre todo en los micro
cuentos, textos brevísimos que lograrán desencajar las almidonadas vidas de los
posibles lectores.
Pero más allá
de las auspiciosas o desventuradas reflexiones en torno a este conjunto de
cuentos, es necesario poner sobre la mesa un tema; el lujo desventurado de la
autoedición. En nuestro país autoeditar un libro no es una tarea tan fácil, hay
miles de detalles que se pierden en el camino, y hay una suma no despreciable
de dinero que sale del propio bolsillo del escritor. A eso hay que sumarle la
gestión de venta, la lucha con las librerías para lograr poner el libro en sus
vitrinas y que pueda estar al lado “compitiendo” con las mega-empresas que son
las editoriales tradicionales, las que le entregan al escritor sólo el 10 % de
las ventas de sus libros, quedándose ellas con el 90% de las ganancias.
Entonces
surgen los interminables cuestionamientos; en un país donde se lee poco, donde
además los libros son caros y donde la piratería posiciona los best seller en
el top del ranking; se preguntarán ustedes ¿qué sentido tiene autoeditar un
libro?. La autoedición de un libro es el primer paso para crear una cultura
lectora, realmente interesada en la literatura y no en el snobismo/arribismo
que nos presenta cada fin de semana la revista de libros de El Mercurio, en
donde claro, nunca podremos encontrar a un Daniel Carrillo en esa lista de Libros más vendidos, pero si a un Jaime Bayly
atentando contra lo más sensible que tienen algunos chilenos: su orgullo. La cuestión es que
autoeditar es necesario y es de valientes, porque la batalla, contrariamente a
lo que muchos creen, no es pelear contra las grandes editoriales, como Seix
Barral, Alfaguara, Planeta, la batalla es ganarle a la desidia de leer,
comenzar a gestar desde el primer beso con las letras, una cultura lectora.
Manual de
Ambigüedades es el primer libro de Daniel Carrillo, es su salida del closet
literario, como alguna vez lo denominamos, y aunque siempre le he reprochado
que haya preferido escribir narrativa a poesía, hoy estoy consiguiendo
comprender ese fenómeno y esa decisión. En esta segunda lectura que realizo al
libro logro encontrar el vértice que articula su trabajo como cuentista, y es
que es claro; el oficio, su oficio es, esa manía de escribir como simple
mortal. .-Me dejaste sin palabras.-
Mintió
** Publicado en revista Radioseis.
** Publicado en revista Radioseis.