sábado, septiembre 5

Sobre Historia Secreta de Chile de Jorge Baradit

Presentación del libro Historia secreta de Chile, Librería Que Leo.
 Valdivia, 4 de  Septiembre 2015


“las macronarrativas desde la perspectiva de la colonialidad, son precisamente  los lugares desde los que “un pensamiento otro” podría llevarse a cabo, no con el fin de contar la verdad sobre las mentiras, sino para pensar de otro modo, para desplazarse hacia “una lógica otra”; en suma, para cambiar los términos de la conversación, no sólo su contenido”
Walter Mignolo [1]
Por estos días hemos sido testigos mudos de la imagen terrible que da vueltas al mundo, oscilando de computador en televisor, el cuerpo de Aylan Kurdi es encontrado en las arenas de una playa de Turquía; un cuerpecito abatido por el propio mundo que lo vio nacer y que ahora lo convierte en ícono del drama horrendo de los refugiados de guerra sirios. Inicio con esa imagen cruda, porque aún está latente y desajusta el rostro mientras se contiene una que otra mueca, enuncio la imagen para preguntar además quién se hará cargo de él,  y de ella, ¿en qué punto se posiciona el apoyo para construir el mundo?, el otro mundo si es que esa otredad existiera,  y esto urge, porque el olvido es voraz y no perdona, bien lo sabemos nosotros, los chilenos del bicentenario envueltos en banderas gigantes y en estrellas como guirnaldas.

                En Chile la literatura ha sido medular para generar las directrices de lo que no se dice, de eso que no se cuenta, la literatura en su más primigenio oficio ha rumoreado y denunciado, haciéndose cargo de una historia que no es paralela, pero que tampoco es oficial, esa ha sido la treta perfecta para sobrevivir por tantos años y es además la forma perfecta de establecer el vínculo con el otro, con ese otro que busca y desea enfrentarse a su realidad con un discurso y una tradición propios. Todorov en el libro Las morales de la Historia argumenta incluso que “podrá ser función de los intelectuales representar el papel del tábano o también del aguijón en la sociedad”, es, en este vértice en donde se abre la fuga hacia la historiografía de un país que ha bifurcado desde siempre sus caminos.
Nos situamos entonces en un 2015, álgido, con un terremoto político que nos ha sacudido a todos y todas, en este paréntesis de nuestra línea de tiempo se presenta Historia Secreta de Chile, libro en donde  el autor desvencija hechos cercados, los incorpora al cotidiano y los transmuta en una necesidad cierta de “querer conocer”, es quizás el valor preponderante de estos escritos que configuran entre si un cuerpo narrativo audaz y por la misma razón, cercano.

Baradit desde lo argumentativo genera una relación con la otredad, una triada precisa entre el conjunto de textos que componen Historia Secreta de Chile, la audiencia y el imaginario común, ávido siempre de certezas. El libro irrumpe entonces en la necesidad de conocer, de querer saber algo más, para poder configurar identidad; necesidad tan propia de los adolescentes de doscientos años, que buscan con exaspero el ya mencionado “pensamiento otro” de Mignolo el que se hace posible “cuando se toman en consideración las diferentes historias locales y sus relaciones de poder particulares”. Ahora bien, bajo esta premisa, la dialéctica lineal del desarrollo histórico quedan un poco a tras mano, pues el conjunto de textos reunidos por el autor no pretenden establecer el vínculo con la historia, sino más bien con la identidad y es en este sentido en donde se subentiende el término “secreto”  el que se  articula desde la intimidad.

Historia secreta de Chile de Jorge Baradit vino a afianzar la relación con el lector, y en ese punto radica parte de su éxito, en la elección de gubias con que se talla la madera que buscamos ser, quizás desde acá, lo anecdotario se vaya desdoblando paulatinamente a lo substancial y vaya convirtiéndose en secreto, en intimidad, en identidad, pues necesitamos ese punto de apoyo desde donde construir nuestro mundo y hacernos cargo de él.





[1] Mignolo, W Historias locales /diseños globales  2003  Ed. Akal p 133