Presentación del libro Historia secreta de Chile, Librería Que Leo.
Valdivia, 4 de Septiembre 2015
Valdivia, 4 de Septiembre 2015
“las macronarrativas desde la perspectiva de la colonialidad, son
precisamente los lugares desde los que
“un pensamiento otro” podría llevarse a cabo, no con el fin de contar la verdad
sobre las mentiras, sino para pensar de otro modo, para desplazarse hacia “una
lógica otra”; en suma, para cambiar los términos de la conversación, no sólo su
contenido”
Walter Mignolo [1]
Por estos días hemos sido testigos mudos de la imagen
terrible que da vueltas al mundo, oscilando de computador en televisor, el
cuerpo de Aylan Kurdi es encontrado en las arenas de una playa de Turquía; un
cuerpecito abatido por el propio mundo que lo vio nacer y que ahora lo
convierte en ícono del drama horrendo de los refugiados de guerra sirios.
Inicio con esa imagen cruda, porque aún está latente y desajusta el rostro
mientras se contiene una que otra mueca, enuncio la imagen para preguntar
además quién se hará cargo de él, y de
ella, ¿en qué punto se posiciona el apoyo para construir el mundo?, el otro
mundo si es que esa otredad existiera, y
esto urge, porque el olvido es voraz y no perdona, bien lo sabemos nosotros,
los chilenos del bicentenario envueltos en banderas gigantes y en estrellas como
guirnaldas.
En Chile la literatura ha sido
medular para generar las directrices de lo que no se dice, de eso que no se
cuenta, la literatura en su más primigenio oficio ha rumoreado y denunciado,
haciéndose cargo de una historia que no es paralela, pero que tampoco es
oficial, esa ha sido la treta perfecta para sobrevivir por tantos años y es
además la forma perfecta de establecer el vínculo con el otro, con ese otro que
busca y desea enfrentarse a su realidad con un discurso y una tradición
propios. Todorov en el libro Las morales
de la Historia argumenta incluso que “podrá
ser función de los intelectuales representar el papel del tábano o también del
aguijón en la sociedad”, es, en este vértice en donde se abre la fuga hacia
la historiografía de un país que ha bifurcado desde siempre sus caminos.
Nos situamos entonces en un 2015, álgido, con un terremoto
político que nos ha sacudido a todos y todas, en este paréntesis de nuestra
línea de tiempo se presenta Historia Secreta de Chile, libro en donde el autor desvencija hechos cercados, los incorpora
al cotidiano y los transmuta en una necesidad cierta de “querer conocer”, es
quizás el valor preponderante de estos escritos que configuran entre si un
cuerpo narrativo audaz y por la misma razón, cercano.
Baradit desde lo argumentativo genera una relación con la
otredad, una triada precisa entre el conjunto de textos que componen Historia
Secreta de Chile, la audiencia y el imaginario común, ávido siempre de
certezas. El libro irrumpe entonces en la necesidad de conocer, de querer saber
algo más, para poder configurar identidad; necesidad tan propia de los
adolescentes de doscientos años, que buscan con exaspero el ya mencionado
“pensamiento otro” de Mignolo el que se hace posible “cuando se toman en
consideración las diferentes historias locales y sus relaciones de poder
particulares”. Ahora bien, bajo esta premisa, la dialéctica lineal del
desarrollo histórico quedan un poco a tras mano, pues el conjunto de textos
reunidos por el autor no pretenden establecer el vínculo con la historia, sino
más bien con la identidad y es en este sentido en donde se subentiende el
término “secreto” el que se articula desde la intimidad.
Historia secreta de Chile de Jorge Baradit vino a afianzar
la relación con el lector, y en ese punto radica parte de su éxito, en la
elección de gubias con que se talla la madera que buscamos ser, quizás desde acá, lo
anecdotario se vaya desdoblando paulatinamente a lo substancial y vaya
convirtiéndose en secreto, en intimidad, en identidad, pues necesitamos ese
punto de apoyo desde donde construir nuestro mundo y hacernos cargo de él.